Los adolescentes y el mundo del narcotráfico. Por Fernanda Montoya Nuñez
El narcotráfico en
la actualidad, una de sus funciones ha sido enseñar a ciertos sectores sociales
a facilitar su situación personal a través de la idea del "triunfo
individual". Lo proporcionan las modelos que se someten a dietas
peligrosas acompañadas con pastillas para adelgazar o inhibir el apetito, o los
deportistas que mediante el consumo de alguna droga logran tener un mayor
rendimiento.
En esta lógica de
la revalorización social se encuentra la narcocultura como ícono de riqueza y
poder, y los narcocorridos como manifestaciones culturales que engrandecen la
narcocultura. En esta misma lógica se encuentran las series televisivas y las
películas que muestran al narcotraficante como una persona rodeada de riquezas
y llena de poder.
Las famosas
narconovelas tienen un fin de entretener al público, son verídicas por ende nos
enseña las dos caras de la moneda; la historia del protagonista, el desarrollo
de cómo consigue el puesto de narcotraficante, el drama que conlleva
prostitución, asesinatos, trastornos mentales, política…
Detallando un poco
más el tema, nos enseña cómo romantizan las relaciones toxicas, donde la pareja
agrede física y emocionalmente, e incluso normalizan los asesinatos. Cómo
personas quieren facilitar sus vidas en el negocio del narcotráfico sin
importar las consecuencias, la regulación de la prostitución cómo si fuera
trabajo común.
Estas series
llevan la restricción de mayores de edad para la audiencia por obvias razones,
no obstante, la mayoría hemos visto alguna novela o incluso fragmentos que
veíamos cuando estábamos cerca de un familiar que le gustara este tipo de
novelas.
Por eso es un
contenido tan normalizado que no nos damos cuenta de la gravedad de la
situación. El problema empieza desde que somos niños, estamos tan acostumbrados
al tema que le perdemos el gran peso que tiene y lo vemos como si fuera otro
conflicto social, “algo muy
normal”.
¿Qué pasa con
los adolescentes y el narcotráfico?
Mucha falta de
razonamiento e inclusive madures, desgraciadamente muchos jóvenes inspiran en
querer un futuro así, idolatran a los verdaderos narcotraficantes creyendo que
es una de los mejores métodos para ganarse la vida.
No reconocen del
peligro que abarca esto; estos jóvenes empiezan conociendo a personas que ya
están adentro de este negocio, vendiendo drogas accesibles como la marihuana,
participando en peleas callejeras, aportando algún tipo de arma y haciéndose la
idea que son peligrosos, se motivan así mismos para poder intimidar a las
personas y ganarse el respeto.
Por eso hay que
vigilar con lo que los niños ven, dejarles en claro que no hay que normalizar
este tema. Cuidar el comportamiento de los jóvenes para que no caigan en las
mentiras del narcotráfico.
Estar pendiente
de las amistades de nuestros conocidos para que no sean tentados en este
negocio, hacerles ver la realidad de la situación y lo peligroso que es, estar
pendiente de sus vidas que para no lleguen a consumir ningún tipo de drogas,
Principalmente
enseñarles respeto y responsabilidad para que por sí solos vayan viendo la
realidad con madurez y no sean ingenuos con la ficción con los dramas de las
televisoras
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